De macarrones va la cosa

No sé qué días tuve que quedarme en la universidad a comer por no sé qué motivos. A veces porque quiero, otras veces porque la gente de mi clase me mira con pena holapablocariño y, la gran mayoría de las veces por pereza.
El miércoles de la semana pasada, Red Cabaret y yo decidimos que una hora era demasiado tiempo para esperar el autobús y pedimos una pizza y una ensalada de pasta en la cafetería de la facultad. Luego solo teníamos que mirar con cara de pena a nuestras mamás que con tanto esmero nos habían preparado la comida en casa.
Comimos felizmente y llegamos a mi casa a las 15:00 y allí estaba mi madre, con un platazo de macarrones enorme, dispuesta a bañarlos en salsa de tomate, carne y orégano. Me miró con la mayor cara de pena que puede poner una madre a punto de bañar un plato de macarrones en salsa de tomate, carne y orégano para su hija mayor que está desaparecida gran parte del día.
Como me dio tantísima pena tirar los macarrones le sugerí que los guardase en un tupper y cuando me volviese a quedar en la facultad a comer me los llevaba y así ahorraba cinco euros.
Mamá aceptó y no volvimos a hablar del asunto.

El jueves abrí la nevera... y los vi.
El viernes abrí la nevera para coger un yogur... y los vi.
El sábado abrí la nevera en busca de nestea... y los vi.
Y el domingo
y el lunes... (este día estuve dispuesta a comérmelos pero estaban aprisionados en un perfecto bloque y pinchabas uno y venían todos)
y el martes...
y el miércoles
y hoy, jueves

Vamos, que los mismos macarrones llevan ahí una semana y nadie se digna a tirarlos/comérselos. Y mientras tanto el mismo tupper azul sigue en la nevera mirándonos con indignación, como diciendo "eh si, esta es mi función pero HACED ALGO"...

Mientras tanto tengo miedo de quedarme a comer en la facultad. Seguro que mi madre me endosa el bloque de macarrones caducao'.


Pd: Me llena de orgullo poder decir con total seguridad "me queda una semana de clase" : D