OH DIOX MIO!

Hoy me he dado cuenta de algo que me llevaba sospechando desde hacía uno o dos meses. Mi masa corporal ha aumentado peligrosamente, tanto que me sobresale barriga por encima del pantalón.
Yo no le daba importancia a este hecho ya que no uso cinturón y los pantalones van a su libre albedrío, animalicos ellos. Mi madre siempre me grita que me suba los pantalones, que ir enseñando las braguitas no es digno de una señorita (doble diminutivo, yeah) y yo siempre le contesto que los pantalones NO SUBEN MÁS. Pero hoy me he dado cuenta de que SÍ DEBERÍAN SUBIR MÁS.

Total, hoy estaba a punto de ducharme y me miré al espejo y me puse de perfil. Entonces se desataron el horror, la catástrofe, el suspense, el drama, la hecatombe todos juntos en un estupendo pack familiar. Familiar como el tamaño de mi barriga. Dios, un poco más y llamo a Oni por teléfono para echarle a él las culpas de mi tripa de embarazada. Luego me acordé de que estaba con la regla. La cosa es ponerse en mi contra.

Total, a partir de ahora nada de mierdas varias para merendar. Dejaré de robar el culito a los pobres panes desprevenidos que descansan encima de la mesa. También dejaré a un lado mi paquete de chuches semanal (fififi...). Puedo sentirme orgullosa de que la leche me la tomo sin azúcar. Ahí, de la botella a la boca, sin conservantes ni colorantes.


Pasando a temas que no tienen que ver con mi aumento de peso, estoy hasta el mismísimo de Marx, del Marxismo, de los obreros, de las fábricas y de la madre que parió todo eso. Se masca la nota baja, lo presiento...

También me he terminado "After Dark" de Murakami, LIBRO QUE ME DEJÓ MI AMIGA ALBA, QUE SIENTE LA IMPERIOSA NECESIDAD DE APARECER EN PANTALLA y que me ha gustado bastante. Historia simple que engancha. Fin.

Y ya está. Mi día se ha basado en eso y en tomarme un vaso enorme de leche.
Y la leche que me va a dar mi sra madre como no tire corriendo para el baño a secarme el flequillo.
Estas madres...


Ala, a cuidarse